Archivo mensual: septiembre 2010

El auto-sex-nema

   Cada año una prestigiosa universidad ubicada en Santa Fe, realiza un festival de cine, estudiantes, profesores, alumnos, ex alumnos y colados asisten a este con el fin de disfrutar del buen cine, o de alguna buena aventura.

 Así pues, antes de que el festival llegara Memo y Diego ya estaban planeando todo el desmadre, este par era bien conocido por su pasión de ver los atardeceres en lo más alto del estacionamiento de dicho recinto del saber… (al  cual también llaman, “la única cafetería con Universidad”), ponerse ultra pachecos con aquella buena vista.

 El festival de cine monta una especie de autocinema, una pantalla gigante proyecta la peli y el audio se escucha por medio de la estación de radio de la uni fresoide… Memo era galán, Diego no tanto, Memo era un caliente de primera, Memo a penas se había tirado a dos, Memo tenía el varo, Diego era becado, Memo tenía un mini “cuper” Diego llegaba en pesero, Memo era un huevonazo, Diego le pasaba los exámenes, y así les podría contar otros 18 mil comparativos, pero en resumen Memo ya planeaba qué hacer en el autocinema, mientras Diego veía el modo de colar el alcohol sin que los polis los vieran.

 Memo ya elegía entre un listado de 8 chamacas de diversas carreras, salones y generaciones, Diego en tanto estudiaba para un examen final.

 –          MMM, a ver, la Cheli… no, no, le falta bubi, Aurora, nah esa anduvo con mi brother, La Moni, mmm nah es bien apretada, ahhh ya sé, la Ale caón!!! Y le voy a decir que lleve una amiga para el Diego… (planeaba Memo mientras leía una revista en el baño y fumaba su cigarrito de rigor…).

 Memo pasó por Ale, de ahí pasaron por Lucía (vieja amiga de la prepa, no muy agraciada digamos) y de ahí pasaron por Diego…

 Unas latas de whisky con coca debajo del asiento, refrescos “adulterados” y algo de yerbita para la proyección, todo el kit armado, tomando en cuenta la minifalda de Ale…

 Pasaron la revisión sin pedos, el único pedo es que ni Lucía ni Diego se habían gustado ni caído bien… Chaz! Y ahora cómo compartirían la nave a la hora de… la hora.

 La peli comenzó, la neta es que ni Ale ni Memo la estaban pelando, Memo se estacionó lo más lejos posible de toda la banda, y abrió el quemacocos de su navecita (me pregunto por qué si a Barbie le hicieron su Beetle, por qué a Kent no le han hecho su mini Cooper, bué).

 Tanto Memo como Ale fumaban un poco y bebían un mucho, mientras tanto en el asiento trasero, Diego y Lucía se cagaban la madre, Diego trató de preguntarle cuál era su peli favorita y cuando Lucía respondió “Amar te duele” ,’me recuerda esta zona’. Diego decidió cerrar su boca llena de brakets y no preguntarle nada más, por que uta, con esas respuestitas…

 Ale y Memo se besaban intensamente, como si  les fuera a sonar una alarma, a pesar de las ventanas abiertas, el calor humano de los cuatro, (pero sobre todo de los de enfrente) comenzaba a empañar el cristal de atrás…

 Memo agarraba pierna sin pudor, pero con el par de ñoños de atrás le sería difícil agarrar “entre-pierna y rincón…”

 Mientras Memo besaba a Ale, abrió el ojo izquierdo y se quitó de repente, Ale se dio el sacón de onda…

 –          Qué onda ustedes, se la están pasando de la verch? Diego por qué no llevas a Lucía a conocer a nuestra banda, seguro encuentras las naves por aquí o háblale al Fer y al Roy para que te digan en dónde andan… (tanto choro, léase: ‘Sácate a la verga de la nave y llévate a la fea más fella, que quiero fajar!!!’).

 Diego era nerd pero no pendejo, entendió el mensaje y salió de la nave, Lucía se bajó de jeta muy en contra de su voluntad…

 Cada uno se recargó de un lado de la nave y trataron de ver la peli de pie… pero ya comenzaba a hacer un aire culero…

      –   Voy a buscar a mis cuates, quieres venir, o quieres que te acompañe por un café…  -preguntó Diego.

     –          No, estoy bien, además esa película está del asco, ya no entendí nada, y a eso le llaman cine de arte? (chiiiiales, y a ti cómo te llaman jelou?) Léase: ‘contigo ni a los tacos’

 Diego ya estaba más que cagado, Lucía además de fea y naca, era mamona!!! No jalen, ya ni las ultra fresas de su salón…

 Insisto, Diego era nerd, pero no imbécil, menos rogón, así es que llamó a sus cuates, los topó en su camioneta y se quedó a chupar con ellos para terminar de ver la peli.

 Mientras tanto la fiesta en el mini auto ya llevaba un rato, las braguitas de la Ale ya se mimetizaban con el tapete del piso del coche, sus zapatazos carísimos de tacón ya habían quedado bajo el asiento junto a las latas, la noche caía, se veían las luces de Santa Fe, y Memo prendía aún más las luces de la Ale…

 Los asientos hacia atrás y la fiesta continuaba, hubo un momento que desde afuera, el auto parecía estar vacío, aunque de vez en cuando de veía la cabeza de Ale subir y bajar delicadamente, mientras Memo sólo estiró los brazos hacia atrás en actitud de gozar del acto…

 Por fin gracias a la minifalda, llegó a la entrepierna de Ale, he hizo de las suyas, el escenario desde afuera era como ver a una pareja de enamorados, ella recargada en su hombro y medio adormilada, cuando en realidad estaba teniendo un orgasmo para premio de la academia…

 Ya sé que se están preguntando en dónde diablos quedó Lucía…

 Aburrida y cagada se fue a la cafetería, que estaba casi vacía… pidió un café y se puso a leer su revista de chismes que traía en el morral de pseudo jipi…

 A los 10 minutos llegó un güey a limpiar la mesa…

 -Ya puedo tirar tu vaso?

– A menos de que haya “refil” mi chavo! (ora si le salió lo cagada)

-No, no hay refil, pero te puedo disparar un chesco o unas papas…

-Va, juega, tengo sed, regálame un “esprai”.

 Hugo fue por el chesco, tenía tiempo libre, no había mesas que limpiar y su supervisor estaba en el autocinema… (dónde más!).

 Se sentó con Lucía y comenzaron a platicar.

 Ya Memo y Ale habían alcanzado el climax (no el de la peli) un par de veces, Ale buscaba su brasier en la parte de atrás y Memo fumaba mois. Terminó la primera función, a Memo le valía el Diego y Ale ni se acordaba de Lucía… La neta estaban tan “jornis” que decidieron llegarle, habría que ir a un sitio menos concurrido…

 Ya de camino al motel de Cuahimalpa, Ale se acordó de Lucía y le marcó al celular, pero la despeinada de lentes ni contestó…

 Lucía estaba feliz fajando con Hugo en una bodeguita de la cafe… con todo y sus lentes de ultra aumento puestos, pero eso sí bien empañados, el Hugo la había sentado en unas cajas de puré de tomate y se había bajado por los chescos, (no por los “esprai” eh!)… Tímida tímida pero bien contentota, ahora sí “amar no duele” verdá cabrona!                        Lucía le sobaba la pancita a Hugo, como si hubiera encontrado a su Budah del placer…

 Esa noche cada quien agarró por su lado y vio cómo regresar a sus casas, Memo dejó a Ale súper tarde, a Diego le dieron un aventón al metro antes de las doce, y Lucía terminó jeteando el aquel cuartito de asotea en donde vivía el Hugo, en la parte feita de Santa fe.

 THE END

Gracias a la banda fresoide que nos compartió esta historia.

FACT SEX&DF: Si le huyeras al sexo como le huyes al amor, serías célibe!

@fredhel en Twitter

(La única retroalimentación aquí, son sus comentarios al pie del blog, gracias de antemano).

Entre balas y cachondeos…

Sergio y sus cuates estaban organizando la noche de su vida, no era en Las Vegas, no era en un antro, no era en el bar de siempre, mucho menos en el “teibol”…

 Decidieron ir los cinco solos, ya ven que cuando más de dos hombrecitos se unen, se sienten uno mismo, tal pareciera que se ponen de acuerdo para vestirse y peinarse casi iguales, coincidentemente todos huelen a la misma loción y emulan la actitud de castigadores… pues sí, ese era el plan para aquella noche, sin novias ni pegotes, ellos cinco a divertirse de terror!

 Sergio le pidió a su jefe la camioneta, pero no la “nais” sino la que tenía para uso de las bodegas de su empresa, una Combi (algunos no sabrán ni de lo que estoy hablando…) que había pertenecido a la familia por generaciones mas ya estaba en las últimas, y que seguramente si la dejaban en la calle, en vez de caquearselas les echarían un peso…

 La cosa era, no llamar la atención hasta llegar a aquel lugar en la colonia Bondojo, misma que de cariño es llamada La Bondijto (ay qué bonito!).

 Llegaron a eso de las nueve de la noche, guapetones, ya con precopeo inside the combi, y ganas de descargar adrenalina y ver qué pasaría en esa fiesta de miedo.

 La famosa casa de Cañitas se ha convertido en los últimos años en un lugar de fiestas extrañas, bajo algunas reglas y convenios especiales se renta para eventos, en los cuales la premisa es, antes que morir de la diversión, puedas morir del susto…

 Los cinco amigos mamucos iban esperanzados en ligar a mujercitas que como ellos, tenían ganas de vivir esa experiencia, entre diversión, risas y sustos, mejor que cualquier pasta! La adrenalina a todo lo que iba.

 Entraron con una contraseña (sí como en las pelis…diga la contraseña) “Me la pelas”-no se ofendan- esa era la contraseña!

 Después de “pelársela” al de la puerta, entraron, la casa estaba casi totalmente oscura, iluminada con algunos tubos de luz negra, (y eso que ni era jalogüin) música darky, y eso sí, bastante chupe, para adormecer el miedo…

 El rollo de la fiesta, era que en cierto momento las luces y la música se apagaban por completo para ver si se escuchaban ruidos o se veían cosas raras (vaya diversión, yo la neta paso!)

 Pero antes de la mamada de lo escalofriante, entre la luz negra y la gente ya dos chavitos de la banda de Sergio habían pegado su chicle, estas chavas parecían Emos, pero no eran, sólo llevaban un look medio darketo para la ocasión, pero eran más fresas que la naca de Anahí…

 Rocío y Juan ya andaban bien pedos, entre el precopeo y los mupets que se chingaron, ya tenían el ojito soñador (si así como de Garfield jetón), la neta creo que en esa fiesta no era tanto ligarse a un guapo o a una vieja buena, sino a alguien de quien agarrarse (sin fajar…) por si la situación de miedo lo ameritaba…

De repente a este par se les olvidó un poco el fin de la fiesta y se fueron a besuquear en un rincón solitario, mega, ultra oscuro, aunque el el brasier blanco de Rocío brillaba desde antes con la luz negra al igual que sus dientes con braquets, y su dije de ambar.

Ahí bajo la escalera y el olor a humedad, este par se daba gusto, Rocío con su costumbre de agarrar paquete sobre los jeans, y Juan con la de quitar los sostenes con dedos de mantequilla y guardarlos en la bolsa trasera de sus jeans…

 Mientras tanto Sergio y los otros dos andaban sacados de onda, porque a la hora del terror temían tenerse que agarrar entre ellos si les “cundía el pánico” y la neta también tenían ganas de pegar sus cuerpos con alguien…

 La puta hora llegó y todo se apagó en un solo momento, música, luz, hasta el güey de la barra dejó de servir…

 Primero se escuchaban las risas nerviosas de algunos, pero los demás los callaban…

 “Shhhhh, cállense cabrones, a qué venimos chingaos”

 Silencio sepulcral… (ni siquiera los grillitos, crit, crit!)

 De repente las morras comenzaron a gritar, pero no por los muertos (a esos no se les teme…) sino por los VIVOS, que estaban asaltando una farmacia a la vuelta y comenzó a armarse una balacera en la Bondojo! No mammmsss!

 Entre el pánico que habían acumulado, ya estaban casi con diarrea… unos se buscaban a otros pero aunque se encendieron las luces negras, no veían ni madres, todos se tiraron al suelo…

 Para su buena o puta mala suerte, Sergio había salido para regresar a la combi por sus cigarros, justo fuera de la farmacia, cuando comenzaron los balazos, su primera reacción fue meterse bajo la camioneta, cagado de miedo, volteó y vio a una chava también cagada de miedo ahí abajo con sus bolsas del “Otzo”.

 Sergio le cubrió la cabeza con su brazo y cubrió su cara con el otro, las balas rebotaban en el pinche pavimento y se oía un desmadre, gritos, patrullas, alguna gente corriendo y claro, nunca falta la gente morbosa viendo el pedo, como si fueran de hule y no les fuera a caer una balita perdida.

 Llegaron las patrullas (claro, ya nomás para anotar en sus libretitas, hace varios minutos que los cacos ya le habían llegado con todo el varo y alguno que otro barbiturico de receta forzosa!

 -¿Estás bien?, le preguntó Sergio a la chava.

– Si güey, pero qué oso, me hice pipí… no puedo salir así…

– Tranquila, qué hacías en la calle sola, estás loca?

-Salí por unas chelas pa mis hermanos, estábamos chupando en la casa..

-No mames y te dejan salir sola? Ches güeyes culeros!

 Lo poco que Sergio pudo ver en lo apretado del lugar, fueron los piercings de la chamaca, dos en la ceja, uno en la nariz, arracada en el labio inferior… y lo que faltaba.

 -Yo creo que ya podemos salir, yo tengo que regresar por mis cuates a una fiesta.

-No, yo no puedo salir así toda mojada… oye que bonitos ojos tienes! (qué pedo con la vieja! Seguro estaba en drogas!)

 Sergio se sacó de onda, como que cero era el lugar, ni el momento para ligar… aún así Rosario insistió cuando Sergio sacó su celular…

 -Me vas a dar tu teléfono verdad, me salvaste la vida.

-No manches, no te hagas la romántica yel héroe, yo no te salvé ni madres, tú ya estabas aquí abajo…

-Bueno cabrón, el pedo es así, dame tu fon y después nos ponemos de acuerdo cómo fue que nos ligamos, pinche mamón!

 Sergio pudo visualizar otro arete en la lengua… y como que se le hizo agua la boca, además de los labios ultra carnosos de Rosario muy al estilo de Rosa salvaje!

 A ver, aguanta, deja te saco un suéter de la camioneta para que te lo amarres, y si quieres te acompaño a tu casa, pero tengo que regresar por mis cuates…

 Sergio les marcaba pero ninguno tenía señal… finalmente salieron de debajo de la combi, todos mugrosos, con la ropa llena de aceite y las manos negras, pues encima había llovido!

 Mierda!, Sergio sacó el suéter, se quitó la camisa y se puso la sudadera de unos de sus compas y se percató de que Rosario estaba ultra sabrosa, nacona pero deliciosa!

 -A ver, si quieres te llevo a tu casa.

-No te lo recomiendo, no vas a poder entrar con tu combi, o si entras no vas a salir vivo, a mi ya me conocen…

-Pero no te vas a ir sola…

-A ver niñito fresa, no estás en tu código postal, aquí hay bandas, y yo soy de las reinas consentidas, ni te apures por mi…

 Sergio estaba confundido y extrañamente caliente por esa vieja, y por más que veía, nadie salía de la fiesta…

 -Oye y si esperamos a tus cuates en la camioneta?

-No! yo ya me tengo que ir y ellos vienen conmigo y…

 Rosario le dio un empujón y lo metió en la parte de atrás, Sergio no sabía a ciencia cierta si lo iba a asaltar o a violar, en todo caso la segunda era mejor opción.

 Y ahí, dentro de la combi, Rosario le hizo el mejor Güagüis de su vida, con aquel arete en la lengua, Sergio sintió algo que en su vida había experimentado por un momento entró como en trance y los ojos se le hicieron pa’ tras, los besos en la boca también fuera de serie, la sensación con la argolla del labio y el arete de la lengua era algo inexplicable, pero ultra cachondo, al güey no se le bajaba “la pistola”.

 Rosario tomó su mano y la metió bajo su playera, ni siquiera traía brasiere, e hizo que Sergio con su mano, ser percatara de que había una arracada en su pezón.

 -Dime que ya no tienes más aretes en otros lados!

-No, la neta el de abajo dicen que duele un chingo, y ahí si pasé (menos mal, gluc).

 Sergio comenzó a mover la argollita con su lengua y después a darse vuelo con los dos senos… el gran problema fue el pantalón mojado… del susto.

 Eso duró apenas un leve orgasmo para Sergio, se incorporaron de nuevo y salieron de la combi.

 “Me la pelas” le dijo de nuevo al de la puerta, pero con Rosario tomada de su mano.

 “Usté venía solo, no puedo dejarlo entrar con la vieja” dijo el de la puerta.

 -Hijo de tu puta madre, que no ves que nos asaltaron, culero de mierda!

(Ah qué boquita, y con esa hacía güagüis???)

 El gordo de la puerta los dejó entrar, ya en la casa había más luz, la balacera había terminado casi con la fiesta, pero la cuota estaba pagada hasta las tres de la mañana y había que aprovechar.

 Sergio encontró a sus cuates, bueno a los mismos dos que no habían ligado, los otros dos continuaron con lo suyo tras el susto…

 -Quién es esa araña cabrón, apoco una fantasma que te encontraste en la casa!

-Shh, luego te explico, busca a los otros porque ya nos vamos.

-No me invitas una chela CA –preguntó Rosario-

-No quieres ir al baño primero? –Preguntó Sergio por aquello del pantalón pisiado.

-No cabrón, estoy bien, quiero una chela y le llego…

 Sergio le dio la mentada chela y fue a reunir a los demás… Cuando regresó Rosario ya no estaba, la buscó por todos lados donde pudo, pero la florecita de asfalto, ya había pasado a retirarse con todo y sus aretes multilugares… 

 Ya en la Combi, de regreso, muertos de miedo, los cinco amigos fueron platicando su experiencia individual, ninguno se había percatado de que Sergio había salido por los cigarros y menos que había estado en medio de la balacera y posteriormente había tenido una de las mejores experiencias sexuales de su vida, era un hecho que ninguna de sus chavitas fresas algún día pensarían en perforarse algo…

-Serch, no viste dónde quedó mi suéter Holister???

El resto, es de hueva…

@fredhel en Twitter

(Además de tu visita agradeceré inmensamente tus comentarios al pie del blog, gracias!)

¡Las pelucas güey!

Maru casi cinco años mayor que Adriana. Se conocieron en una reunión familiar en los ochenta y se hicieron grandes amigas. Maru comenzó a ser para Adriana, aquello que llaman, que le nombran, que le dicen;  su“rol model”.

María Eugenia a los 20 ya tenía nave, y todas las pintas que Adriana llegó a irse, fueron sin duda planeadas por Maru, casi todos los jueves o viernes pasaba por Adri a la secu para llevarla de desmadre con sus cuates de la Uni. Adrianita se convertía en aquel entonces en una especie de mascota de esa banda, todos la adoraban por desmadrocita y chiquita era un poco la Lolita del grupo. Adriana maduró de volada gracias a esta amistad, conoció y vivió cosas que nadie de su salón siquiera imaginaba.

 Los años pasaron y Maru se casó, estuvo viviendo los primeros años de su matrimonio en León Guanajuato, Adriana sin duda fue una de sus damas de honor en aquella boda, y todo el evento no dejaba de preguntarse  por qué su adorada amiga, casi casi su gurú, su master, su pana, se había casado con semejante sujeto… La neta Renato era bastante feón, pero dejen ustedes eso, sin gracia, sin nada que encontrarle para compensar el hecho de que no era nada agraciado… (Tal vez se casó con él porque fue el único que se lo propuso… Al saber!).

 Las amigas siguieron siempre en contacto, hasta que por fin Maru ya cagada de vivir en León obligó a su marido retornar al adorado DF (por amantes razones). Adri estaba recién casada cuando Maru regresó, pero ello, no impidió que como en aquellos años mozos, se fueran de desmadre.

 En una de esas pedas Maru le confesó a Adriana que tenía no uno, sino dos amantes, que su esposo era el hombre menos sexoso del planeta, ya habían pasado demasiados meses sin al menos toquetearse, Renato había sido el primero en su cama y Maru jamás supo lo que era un orgasmo con él, ella siempre se caracterizó por ser ultra fogosa e insaciable así es que no soportó más y en una visita sola al DF se reencontró con un viejo amor que le hizo experimentar las mieles del orgasmo múltiple (ya les dije que sí existen, no es un mito urbano…) Como Maru no quería quedarse como el perro de las 3 tortas, pues tenía al pelón no cumplidor, a su amante “nomber guan” Vicente, el viejo amor de la prepa y a su plato de tercera mesa, un compa de la oficina…

 Adriana era abierta, pero vivía aún bajo la nube rosa de su reciente boda y firmemente pensaba que la infidelidad no era necesaria en el matrimonio o bajo ninguna otra circunstancia, sin embargo respetó a Maru y la escuchó (esas son amigas y no pedazos chingá!), de cierta manera las anécdotas que Maru le contaba, lograban que Adri viviera un poco esa adrenalina a través de su amiga.

 Una tarde de viernes Maru le marcó a Adriana y parecía por su tono de voz, que era algo urgente (bueno, así es siempre la pinche gente pa’ llamar nuestra atención).

 -Flaca me urge verte, necesito un favor enorme, paso por ti en media hora no?

-Pera! Pos que te pasa, tas bien? Es que iba a ir al super.

-No mames güey después de que me eches la mano con esto te llevo, es que neta me urge, necesito alguien de toda mi confianza, y para eso sólo tú…

– Ok, ven por mi, pero no me puedo tardar mucho Ca!

– Chales, es que igual si nos tardamos, ándale amiga, hazme el paro…

– Cámara, ven pues yo aquí veo qué chingaos arreglo… ay de veras contigo, siempre me metes en pedos! Llégale, aquí te espero.

 A la media hora Maru ya estaba tocando el puto claxon, Adriana bajó toda apurada y despeinada, cuando subió a la nave se sacó de onda cabrón cuando vio a Maru con un peinadazo como de conductora de televisa y con un maquillaje como de chicha del clima… aunque ligeramente más nasty.

 –          Ora, qué pedo güey, y ese look, pos a dónde vamos o qué harás después.

–          Flaca, vamos hasta Santa fe, eh! Así es que si quieres algo vamos al Otzo, porque te dije que va medio pa’ largo…

–          Chalesss Maruca, “tengo miedo”, ora sí no entiendo nada a qué vamos hasta allá, y luego con el puto tráfico güera!.

–          Aguanta, en el camino te explico…

 Y Maru arrancó la nave hasta rechinando llanta (pero porque no sabía sacar bien el clotch), así se enfilaron por las Aguilas pa’ cortar camino, y llegando al mini DF, o clon de la ciudad, también conocido como “chancla fe”, entraron a un garage, (seguro muchos de ustedes ya hasta lo conocen…) ahí, un hotel que tiene tubo en sus habitaciones…

 Llegaron a la recepción con una maletota (conste que no dije petaca…) el flaco dientón con acné que las atendió, se sonrojaba pensando en todo lo que un par de chicas de nada mal ver harían en la habitación del mentado hotel, cuando les entregó la llave, se le hizo agua la boca, y hubiera dado lo que fuera por trabajar en un motel de quinta en donde hay cámara escondida… pero nah! se la peló durísimo…

 Las amigas entraron a la habitación. Adriana peló los ojos cuando vio todo el contexto, era como una peli de Garcés pero en los dosmiles… surreal, un territorio que Adriana nunca hubiera pisado con su propio tacón, pero sí, con las botas de priti guoman que Maru traía en la maleta.

 Así Maru comenzó a cambiarse, abrió aquella ‘caja de sorpresas’, ante la mirada atónita de la Adri, Maru empezó a transformarse como una verdadera bailarina exótica, tanguita, liguero, botas de plataforma hasta medio muslo… de aquella maleta también sacó más ropa zorrona, brillantina y un par de pelucas chingonas, una rubia y una morada…

 El plan de Maru era que Adri le tomara varias fotos en distintas posiciones y vestuarios en ese tubo de la habitación, para así obsequiárselas tanto a su marido (pa’ ver si ya la atendía) y para su amante de cabecera…

 “A ver Adri, pon el tripié (el de metal eh, no estamos hablando de Vicente…) trata de que no se me vea mucho la celulitis, enfócame de abajo hacia arriba…”

 Adriana era pésima para tomar fotos, pero nomás porque se trataba de su amigaza, neta le echaba ganitas para hacerle el paro y se chutaba todo el “chou”.

 –          No mames güera, imagina que alguien conocido nos haya visto entrar, qué chingaos iba a pensar, que ora hasta soy livaís!

–          Tranquila flaca, aquí no pasó nada, ándale, ya enfócame así, y dime qué tal me veo…

 Y así, pasaron las primeras dos horas, cambios de ropa, zapatos, pelucas, pegadita con el tubo entre sus pompas, de frente, colgada, por detrás, hincada, parada, dando vueltas congeladas y demás…

 “Flaca, no quieres aprovechar, y yo te tomo unas?

 -Ay no Maruca, ya vámonos güey.

-No seas ñoña, órale, ponte esta madre, además calzamos igual, te maquillo.

-Pos chingue su madre, va, está poca madre porque neta no sabía qué regalarle a mi esposito el sábado que cumplimos meses de casados, venga hija de la chingada!.

 La pinche Maru transformó a Adriana en una verdadera joyita con ‘harta’ brillantina, la peluca morada le quedaba de poca madre, y contrario a Maru que ya tenía sus llantitas, y panza de hamburguesita (sí, la que es con un pancito arriba y uno abajo..) Adri conservaba esas pompitas paradas, poco pecho pero redondito, cinturita y piernotas, bajo la lente de esa cámara y la poca luz del cuarto Adri se veía realmente sabrosona y nadie pensaría que era una simple nueva e ilusionada ama de casa…

 Pasaron más de tres horas en esa habitación, cagadas de risa, divertidas como dos pubertas que juegan con sus Barbies (pero jugando a que tienen sexo con Ken y sin ropa!)

 El trasero de Adriana jamás había lucido mejor, era la primera vez en su vida que se había puesto un liguero, y con esas zapatillas de acrílico transparente se sintió, alta, larga, sensual, deliciosa!, la peluca rubia le sentaba a la perfección y comenzó a imitar muchos movimientos cachondos que recordaba de la peli chaqueta que hizo Demi Moore.

 Una hora más y a correr, comenzaron a guardar las cosas en la maleta, todo el cuarto quedó lleno de brillantina, la cama estaba medio revuelta, pero no porque la hayan usado, sino porque Adriana siempre que pisaba un hotel, tenía la costumbre de brincar en las camas y esta no sería la excepción…

 Saliendo del hotel el recepcionisto estaba todo sudorocito, vayan a saber qué tanto se imaginó y fantaseó, sobre todo cuando por curioso entró a ese cuarto y encontró en el sillón las dos pelucas…

-Llévame al super; oye no traes algo para desmaquillarme.

-No güey, ya ni pedo vamos al súper así… pendeja, las pelucas!

-Ay mensa, las dejamos en el sillón… pero ni modo que regresemos, ya es bien tarde.

-Bueno, ni pedo, total, las compré en el centro, vale madre, ni que fueran de cabello de Galilea Montijo güey!

 En chinga pasaron al super, el que despacha el jamón se les quedaba viendo igualito que a aquellas mujeres que habitan en colonias como la Nápoles y la Zona Rosa, esas que van al super  o al tianguis con pants deportivos ultra entallados y greña planchada, pero con cara lavada y ojera nocturna… si las topan no?

 Al otro día Adriana ya tenía todas las fotos en su mail, su idea sería hacer un pequeño video sorpresa para su esposito, el mail contenía también un mensaje de Maru:

 Flaca, no chingues, las fotos que me tomaste están pinchonas,pero bueno me servirán de algo, las de la peluca morada que fueron las más gachitas van a ser para mi mariado, y las de la peluca güera para mi Chente, gracias por tu ayuda, a poco no la pasaste de huevos? y da gracias a dios que no te voy a cobrar  por las tuyas que salieron chingonas, ni las voy a subir a la interné Jaaaa!, una de mis ideas es comenzar a enviarle las fotos una por una a mi esposo a su mail, para ver si en una de esas lo caliento, al Chente le pasaré un par por el celular… ya quiero ver su jeta,  le va a costar un huevo contener la erección en su oficina!!! Je je! Ya me contarás a ti qué resultados te dieron…

Oye mocosa, por cierto, no tienes una amiga o conocida que quiera echarse un trío con Chente y conmigo…?

 Fact SEX&DF: La suerte de la fea, la bonita la aprovecha…

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(Este blog se mantiene de pie por sus lector@s, así es que tengo MILES de razones para agradecerles).

La amiga cuate…

Adorable, todos querían un buen a Marcela, era la mejor amiga que cualquier chavo pudiera tener, era abierta, espontánea, nada la espantaba, jamás hacía juicios, no opinaba si es que no le pedían consejo, era asertiva, sumamente inteligente, divertida, sin vicios de perdición… al parecer su único problema es que no era nada femenina, desde niña le gustaba vestirse igual que sus hermanos y jugar fut en la cuadra. Mientras sus amiguitas jugaban a las barbies ella llegaba toda raspada de las rodillas y siempre tenía moretes por jugar a las luchas.

 Para su círculo de amigos de la carrera, ella era como un cuate más, su banda hablaba abiertamente de sus aventuras sexuales y amorosas frente a ella, y siempre de manera individual o grupal les interesaba mucho lo que ella opinara pues finalmente era mujer…

 Terminaba el cuarto semestre de contaduría y hasta esas fechas a Marce nadie le había conocido algún novio o “pretendejo”. Y llegaron las vacaciones, sabemos que a cualquier edad, son como agua mineral fría pa’ la sed  como el chamoy pa las jícamas.

 Esa noche Marce y toda su banda se fueron a una cantina cerca de la Uni a festejar el fin de semestre, chelas, chelas y más chelas, yardas y más yardas, una que otra michelada, gran peda de viernes y harta botana para empanzonar!

 Estando sentada junto a Gustavo le preguntó por qué andaba como bolsa de mandado, aplastado en la silla y con cara de anuncio pa’ la gastritis (antes del omeprazol, claro está)…

 -Güey ando re pedo, estoy que me lleva la mierda, Magda me quiere cortar!

– Pos qué le hiciste cabrón!

-La dejé plantada el sábado.

-Pendejo y qué querías, que te pusiera casa, médigo!

-Qué hago güey, neta la amo un chingo, además está re buena, no puedo estar sin ella (ya saben en tono de quiero llorar pero miaguanto).

-Sí CA, ya sé que está buena, y es buen pedo la morra, no seas pendejo, llévale flores mañana y pídele perdón, así de fácil, así de honesto.

-Flores!!! Eso es de ñoños.

-Eso crees cabrón, a las mujeres todavía nos gustan las putas flores, no seas marica! Te juro que te perdona. (y eso que a la pobre de Marce, en su vida le habían regalado ni un perejil).

 Y así fue, al pie de la letra el muchachito siguió el consejo; Magda perdonó al Tavo y organizaron sus vacaciones a Zipolite pa’ asolearse como Dios manda y sin marquitas…

 Ese mismo sábado Enrique le mandó un mensaje a Marce: “Acompáñame a la Sex “Chop” necesito unos consejitos…

 Se quedaron de ver en la zona rosa y cagados de risa entraron la tienda rosita…

 -Es que Ale me dijo que tenía ganas de hacerlo con algo que vibre, nos vamos a Cuerna mañana.

 Marce comenzó a caminar lentamente por la tienda y le sugirió a Quique un par de cositas, algo sencillo, nada tan Nasty, y también económico, algo también con sabor a chicle…

 El “dependiento” de la tienda los miraba con risita cagada, como si imaginara lo que este par pretendía, pero nada que ver…

 Son 385, que lo gocen!

 Marce soltó la carcajada escandalosa y sin pudor…

 -Nah, este güey no es mi güey, pero gracias!!! Seguro que lo va a disfrutar…

 Quique se puso rojo, pagó y salieron de ahí aún más cagados de risa y Marcela caminando le explicaba cómo, cuándo y dónde utilizarlos.

 Esa tarde otro mensaje: Marx, nos vemos en el café, necesito en chinga un consejo, Gabo.

 Con lluvia o sin lluvia, Marce al pie del cañón con sus cuates, Gabo estaba enamorado de una española que vivía en Tenerife, y andaba dudoso si gastar todos sus ahorros para irla a ver ese verano.

 Vas cabrón, se vive una puta vez, el varo va y viene, luego te vas a arrepentir porque no vas a tener el tiempo ni el varo o el varo si, pero no el tiempo, y si tienes a la chavita comiendo del skype, no mames! Lánzate, además ya tuvieron cibersexo se puede poner mejor la cosa y si vale madres, pos te vas a conocer Madrid o algo, ándale no la cagues…

 Todos iban y venían, todos tenían algo y a alguien con quien hacerlo, menos Marcela, ella sólo disfrutaba la compañía de sus cuates, vivir y aprender a través las experiencias que le contaban, era como hacer una maestría en línea, “sobre los hombres». Marcela decidió adelantar dos materias ese verano, como no tenía planes de vacacionar, le daba ultra hueva, que si mínimo visitaba a su brother en Vallarta, la cuñada y él se aprovechaban para usarla de niñera y largarse todo el día, así es que decidió quedarse en el DF en donde bien sabemos, siempre hay buenos museos y cosas que hacer en solitario… (y si te sientes solito con ganas de calor humano, nomás súbete al metro en hora pico y verás lo que es cercanía).

 Sus cuates mandaban mensajes para tenerla al tanto de cuán bomba se la estaban pasando. Un jueves aburridose topó a Iván sorpresivamente en el chat, otro gran amigo de la banda, que había dejado de estudiar un semestre porque su papá ya no tuvo varo… Iván no vio otra que chambear en el negocio familiar y por las algunas noches en un bar para así ahorrar contal de no dejar la carrera trunca y volver el siguiente semestre.

 Ivanov dice: Qué pex mi Marx (tal vez le decían así por revolucionaria..) no saliste de vacaciones??? (carita guiñando el ojo)

Marx dice: No Ca, metí dos materias, no mames somos siete pinches nerds en el grupo.

Ivanov dice: Hay que vernos no? qué haces mañana, hace un chingo que no cheleo, los he extrañado un chingo cabrones.

Marx dice: Va, échame el fon y paso por ti, mi jefe me presta su nave los viernes…

 Iván no estaba nada chacal, era tímido sí, pero simpático y poca madre, largo, flacuchín y güerinchón; ese semestre fuera lo obligó a aislarse de muchas cosas, pero nunca de Marcela.

 Llegaron a Coyacán desde las 8 de la noche cuando comenzaba a chispear (o como dicen lluvia de moja bobos), fueron por unos esquites y se sentaron en una banca para ponerse al tanto de las novedades, pero comenzó a llover más fuerte…

 Bajo un techito, ese diálogo tuvo un giro distinto, aquí Iván permitió que Marce fuera quien hablara, él no demandó consejo alguno, no platicó de mujeres (pues ni tenía…) sólo se enfocó en los ojos lindos de Marcela, en su nariz respingona, en sus labios gruesos, en los holluelos ue se le hacían en las mejillas cuando se reía y en el aroma que desprendía cuando movía la cabeza y su cabello soltaba perfume en el aire…

 De ahí la mesita de siempre en El hijo del Cuervo, escuchando algo de rock ochentoso, ahora en vez de chela, varios tequilas.

 A Marce no le paraba la boca, se dio el lujo de monopolizar la conversación, era como si supiera que ésta era la única oportunidad de poder hablar de sí misma.

 Cerca de las tres de la mañana ya los andaban corriendo con la escoba, ya medio ebrios salieron abrazados como dos cuates pedos, pero Iván bajó el brazo y la agarró de la mano, Marce lo soltó de inmediato.

 -Puedo caminar, no me agarres, zopenco.

-No lo hago porque no puedas caminar, déjame agarrarte la pinche mano, no seas mamona. ¿A ver ya Marce, te gustan las chavas o qué pex?

 Nadie de su banda se había atrevido a hacerle esa pregunta, sobre todo porque nunca vieron que Marce le tirara el pedo ni a chicas ni a chicos y mucho menos a sus cuates…

 –  JAAAA! No mames güey, por qué chingaos crees que me gusten las viejas. Chales estoy re peda!

 Iván cerró la boca pero la tomó de nuevo de la mano hasta que llegaron al coche, el flaco la vio bastante japi y decidió manejar la nave a casa de Marce y pa’ luego esperar a que abrieran el metro.

 Llegando a la cochera bajó a abrirle la puerta, Marcela lo abrazó del cuello… el olor de Iván hizo que algo despertara en ella. Cerrando la reja Iván estaba por despedirse, cuando Marce le pidió que pasara un rato al menos pa’ ver si la lluvia cedía un poquis… Iván aceptó.

 Entraron a la casa y el papá de Marce estaba en la cocina, con su bata, pantuflas y tomando leche caliente pal insomnio.

 Marce estaba acostumbrada a eso, muchas veces aprovechaba esos momentos para hablar con su jefe sin que su mamá se colara, le tenía mucha confianza al ruco.

 Cuando Iván lo vio, se puso pálido, pensó que se las iba a hacer de jamón, pero nah, Marce todavía se lo presentó orgullosa, como diciendo, ‘Mira apá, traje un hombre conmigo’, a Don Roberto le dio gusto, lo saludó de poca madre, aún el papá de Marce pensaba que a su hija le gustaban las chamacas, por eso cualquier hombre no representaba amenaza alguna, (buena táctica no creen?).

 Total, el ñor los dejó solos y se subió a jetear –No se desvelen mucho chamacos.

 En cuanto el jefe desapareció, Marce pasó al Iván al estudio en donde estaba la compu, para enseñarle unas madres del “feisbuc”.

 Iván apagó la luz, tomó a Marcela de la mano y se sentaron en el sofá, él la miró sólo con el reflejo de la luz que daba el monitor…

 -Ya no quieres ver más fotos?

-No, quiero darte un beso, puedo?

-Iván, somos cuates, no jodas.

-Somos cuates, pero no hermanos, no manches loquita, me encantas, ya dime, o te gustan las bragas rosas y quitar brasieres…

-MMM, no Iván para nada, pero es que la neta… la neta soy virgen güey!

-Me estás chingando Marx, cómo que nunca lo has hecho, por qué chingaos, si estás bien linda, neta nunca has andado con alguien?

-No güey, digo si fajé algunas veces con los amigos de mis hermanos, pero güey, me doy cuenta de cómo piensan los hombres, de cómo reacciona la banda con las viejas, con todo lo que me cuentan estos cabrones, la neta medio le saco a mil madres, es como si estuviera en “bac esteich” y viera todo desde otro ángulo, no mames, le saco cabrón a las chingaderas!

 –  A ha ha! – pensó Iván- Ahora caigo.

 Pero valiéndole un poco madres, Iván tomó la carita redonda de Marce entre sus manos y la besó, y la besó y la recontra besó…

 Para ser una chava ‘nunca antes amada’ la Marce besaba rico, con esos labios anchitos poco a poco parecía quererse comer al Iván sin piedad.

Iván metió mano bajo la playera, pero no pudo desabrochar el brasier, Marce usaba un corpiño deportivo, (uta madre, qué anti estético y poco funcional) , pero no hubo tanto pex, porque así aprovechó para quitarle la playera junto con el sujetador de boxeadora, y comenzó a besar esos pequeños senos que parecían de adolescente… después le quitó los tenis, los calcetines y le bajó los jeans, Marce usaba los que los españoles llaman “bragas culonas” esos boxercitos a la cadera que sin duda te paran las nalguitas bien “nais”.

 Marce no puso resistencia alguna, Ivancito bien chido se bajó por las cocas, sensación completamente desconocida y nueva para la chamaca… y por primera vez supo lo que era un orgasmo en esa dimensión…

Su ‘maestría en línea’ le había enseñado que a los chicos también el sexo oral los volvía locos, así es que de la teoría  pasó a la práctica e Iván veía bizco.

 Marce abrió un armario y sacó unos cobertores, los puso en el suelo y ya desnudos, y abrazados morían de ganas por culminar el acto y Marcela se despediría para siempre de su virginidad… pero ante la espontaneidad y la falta de planeación, ninguno traía protección, su cariño y respeto fraternal era tanto, que decidieron no hacerlo a lo pendejo.

 Se vistieron y se quedaron dormidos ahí mismo. A la mañana siguiente los jefes de Marce no tuvieron bronca alguna y los cuatro desayunaron juntos… Iván se fue, y quedaron de verse más tarde.

 Esa noche fueron al cine, claro, ni vieron la peli, se la pasaron besuqueándose como si Marcela quisiera recuperar el tiempo perdido, o ponerse al corriente como en la escuela.

 Iván ya venía preparado, y esa noche no durmieron en el estudio, Marce lo pasó a su recámara cuando los jefes ya andaban roncando.

 Primeramente se bañaron juntos, Iván no podía creer lo linda que Marce era desnuda, al quitarle esa gran sudadera de chamaco, fue como abrir un regalo sorpresa, Marce tenía una diminuta cintura y un lindo trasero.

 Ahí en la ducha se sabrosearon hasta que el agua caliente se enfrió, se envolvieron en una toalla y cayeron en la cama, se besaban sin parar, parecía que cada uno tenía más de dos manos, no dejaban de tocarse y acariciarse, hasta que por fin, llegó esa pausa (si, la que todos alucinamos, pero que nos salva de enfermedades y embarazos),  Iván se puso el condón, y despacio, con toda la cautela comenzó a entrar en Marcela…

 -Si te duele me dices, si quieres que me salga también me dices…

-No, no estoy bien, sigue, quiero sentir eso que todos dicen…

 Iván fue paciente, aguantó y espero, esperó y aguantó de misionero para que Marce se sintiera cómoda, hasta que logró brindarle ese orgasmo que no siempre se conoce en la primera vez…

 Y como versa la rola “El verano se terminoouuooo”.

Ese primer día en la Uni, los cuates comenzaron a reunirse, y comentaro, que seguramente la pobre de  Macela había pasado unas vacaciones ultra pinches, el silencio se apoderó de esa mesa cuando Marce e Iván, sorprendieron a todos llegando a la cafetería tomados de la mano, lo más sorprendente fue sin duda la minifalda, el cabello suelto y los labios pintados de su gran amiga, quien a pesar de todo, seguiría siendo, ¡su cuate!

 Fact SEX&DF: Un verdadero amigo es aquel que sabe todo de ti, y a pesar de ello te sigue hablando…

@fredhel en Twitter.

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