Cada año una prestigiosa universidad ubicada en Santa Fe, realiza un festival de cine, estudiantes, profesores, alumnos, ex alumnos y colados asisten a este con el fin de disfrutar del buen cine, o de alguna buena aventura.
Así pues, antes de que el festival llegara Memo y Diego ya estaban planeando todo el desmadre, este par era bien conocido por su pasión de ver los atardeceres en lo más alto del estacionamiento de dicho recinto del saber… (al cual también llaman, “la única cafetería con Universidad”), ponerse ultra pachecos con aquella buena vista.
El festival de cine monta una especie de autocinema, una pantalla gigante proyecta la peli y el audio se escucha por medio de la estación de radio de la uni fresoide… Memo era galán, Diego no tanto, Memo era un caliente de primera, Memo a penas se había tirado a dos, Memo tenía el varo, Diego era becado, Memo tenía un mini “cuper” Diego llegaba en pesero, Memo era un huevonazo, Diego le pasaba los exámenes, y así les podría contar otros 18 mil comparativos, pero en resumen Memo ya planeaba qué hacer en el autocinema, mientras Diego veía el modo de colar el alcohol sin que los polis los vieran.
Memo ya elegía entre un listado de 8 chamacas de diversas carreras, salones y generaciones, Diego en tanto estudiaba para un examen final.
– MMM, a ver, la Cheli… no, no, le falta bubi, Aurora, nah esa anduvo con mi brother, La Moni, mmm nah es bien apretada, ahhh ya sé, la Ale caón!!! Y le voy a decir que lleve una amiga para el Diego… (planeaba Memo mientras leía una revista en el baño y fumaba su cigarrito de rigor…).
Memo pasó por Ale, de ahí pasaron por Lucía (vieja amiga de la prepa, no muy agraciada digamos) y de ahí pasaron por Diego…
Unas latas de whisky con coca debajo del asiento, refrescos “adulterados” y algo de yerbita para la proyección, todo el kit armado, tomando en cuenta la minifalda de Ale…
Pasaron la revisión sin pedos, el único pedo es que ni Lucía ni Diego se habían gustado ni caído bien… Chaz! Y ahora cómo compartirían la nave a la hora de… la hora.
La peli comenzó, la neta es que ni Ale ni Memo la estaban pelando, Memo se estacionó lo más lejos posible de toda la banda, y abrió el quemacocos de su navecita (me pregunto por qué si a Barbie le hicieron su Beetle, por qué a Kent no le han hecho su mini Cooper, bué).
Tanto Memo como Ale fumaban un poco y bebían un mucho, mientras tanto en el asiento trasero, Diego y Lucía se cagaban la madre, Diego trató de preguntarle cuál era su peli favorita y cuando Lucía respondió “Amar te duele” ,’me recuerda esta zona’. Diego decidió cerrar su boca llena de brakets y no preguntarle nada más, por que uta, con esas respuestitas…
Ale y Memo se besaban intensamente, como si les fuera a sonar una alarma, a pesar de las ventanas abiertas, el calor humano de los cuatro, (pero sobre todo de los de enfrente) comenzaba a empañar el cristal de atrás…
Memo agarraba pierna sin pudor, pero con el par de ñoños de atrás le sería difícil agarrar “entre-pierna y rincón…”
Mientras Memo besaba a Ale, abrió el ojo izquierdo y se quitó de repente, Ale se dio el sacón de onda…
– Qué onda ustedes, se la están pasando de la verch? Diego por qué no llevas a Lucía a conocer a nuestra banda, seguro encuentras las naves por aquí o háblale al Fer y al Roy para que te digan en dónde andan… (tanto choro, léase: ‘Sácate a la verga de la nave y llévate a la fea más fella, que quiero fajar!!!’).
Diego era nerd pero no pendejo, entendió el mensaje y salió de la nave, Lucía se bajó de jeta muy en contra de su voluntad…
Cada uno se recargó de un lado de la nave y trataron de ver la peli de pie… pero ya comenzaba a hacer un aire culero…
– Voy a buscar a mis cuates, quieres venir, o quieres que te acompañe por un café… -preguntó Diego.
– No, estoy bien, además esa película está del asco, ya no entendí nada, y a eso le llaman cine de arte? (chiiiiales, y a ti cómo te llaman jelou?) Léase: ‘contigo ni a los tacos’
Diego ya estaba más que cagado, Lucía además de fea y naca, era mamona!!! No jalen, ya ni las ultra fresas de su salón…
Insisto, Diego era nerd, pero no imbécil, menos rogón, así es que llamó a sus cuates, los topó en su camioneta y se quedó a chupar con ellos para terminar de ver la peli.
Mientras tanto la fiesta en el mini auto ya llevaba un rato, las braguitas de la Ale ya se mimetizaban con el tapete del piso del coche, sus zapatazos carísimos de tacón ya habían quedado bajo el asiento junto a las latas, la noche caía, se veían las luces de Santa Fe, y Memo prendía aún más las luces de la Ale…
Los asientos hacia atrás y la fiesta continuaba, hubo un momento que desde afuera, el auto parecía estar vacío, aunque de vez en cuando de veía la cabeza de Ale subir y bajar delicadamente, mientras Memo sólo estiró los brazos hacia atrás en actitud de gozar del acto…
Por fin gracias a la minifalda, llegó a la entrepierna de Ale, he hizo de las suyas, el escenario desde afuera era como ver a una pareja de enamorados, ella recargada en su hombro y medio adormilada, cuando en realidad estaba teniendo un orgasmo para premio de la academia…
Ya sé que se están preguntando en dónde diablos quedó Lucía…
Aburrida y cagada se fue a la cafetería, que estaba casi vacía… pidió un café y se puso a leer su revista de chismes que traía en el morral de pseudo jipi…
A los 10 minutos llegó un güey a limpiar la mesa…
-Ya puedo tirar tu vaso?
– A menos de que haya “refil” mi chavo! (ora si le salió lo cagada)
-No, no hay refil, pero te puedo disparar un chesco o unas papas…
-Va, juega, tengo sed, regálame un “esprai”.
Hugo fue por el chesco, tenía tiempo libre, no había mesas que limpiar y su supervisor estaba en el autocinema… (dónde más!).
Se sentó con Lucía y comenzaron a platicar.
Ya Memo y Ale habían alcanzado el climax (no el de la peli) un par de veces, Ale buscaba su brasier en la parte de atrás y Memo fumaba mois. Terminó la primera función, a Memo le valía el Diego y Ale ni se acordaba de Lucía… La neta estaban tan “jornis” que decidieron llegarle, habría que ir a un sitio menos concurrido…
Ya de camino al motel de Cuahimalpa, Ale se acordó de Lucía y le marcó al celular, pero la despeinada de lentes ni contestó…
Lucía estaba feliz fajando con Hugo en una bodeguita de la cafe… con todo y sus lentes de ultra aumento puestos, pero eso sí bien empañados, el Hugo la había sentado en unas cajas de puré de tomate y se había bajado por los chescos, (no por los “esprai” eh!)… Tímida tímida pero bien contentota, ahora sí “amar no duele” verdá cabrona! Lucía le sobaba la pancita a Hugo, como si hubiera encontrado a su Budah del placer…
Esa noche cada quien agarró por su lado y vio cómo regresar a sus casas, Memo dejó a Ale súper tarde, a Diego le dieron un aventón al metro antes de las doce, y Lucía terminó jeteando el aquel cuartito de asotea en donde vivía el Hugo, en la parte feita de Santa fe.
THE END
Gracias a la banda fresoide que nos compartió esta historia.
FACT SEX&DF: Si le huyeras al sexo como le huyes al amor, serías célibe!
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(La única retroalimentación aquí, son sus comentarios al pie del blog, gracias de antemano).